¿Has oído hablar de la tokenización? Si aún no sabes en qué consiste este concepto, no te preocupes. Lo cierto es que todos tenemos algunas dudas a este respecto.
A pesar de todo, si tenemos en cuenta que las ventas de tokens superaron los 17.000 millones de dólares en 2021, experimentando un aumento del 21.000%, no cabe duda de que son una de las nuevas tecnologías llamadas a revolucionar numerosos aspectos de nuestras vidas y del mundo tal como lo entendemos. Pero, ¿recuerdas cómo fue cuando Internet comenzó a dar sus primeros pasos? Aunque ahora lo vemos como algo natural, no siempre lo fue.
Si bien en el mundo digital todavía puede resultar una tecnología disruptiva, la tokenización al final no resulta tan complicada como puede parecer a priori. ¿Sabías que en un plano físico se ha utilizado desde los primeros sistemas monetarios? Si quieres saber con más detalle qué es la tokenización, qué tipos hay o cuáles son algunos de sus beneficios, te lo contamos a continuación.
Si alguna vez has estado en un casino o has jugado al póker, es probable que, sin ser consciente de ello, hayas utilizado la tokenización. Como ya te hemos comentado, se trata de una práctica que se ha llevado a cabo a lo largo de la historia y, aunque el concepto ha evolucionado mucho desde sus inicios, su esencia sigue siendo la misma: se trata de representar bienes o activos valiosos mediante otros objetos. En efecto, la próxima vez que hagas un all in, recuerda que estás apostando todos tus tokens.
En el plano digital, la tokenización ofrece confidencialidad -ya que los datos quedan ocultos tras los propios tokens- y reduce las cantidades de información al encriptarlas bajo algoritmos reversibles, funciones no reversibles o numeraciones aleatorias. A nivel práctico, se puede usar en varias áreas, desde los datos bancarios hasta historiales médicos o jurídicos, entre otros.
Aunque en muchas ocasiones se utilizan de manera conjunta y albergan similitudes, no es lo mismo hablar de tokenización que de cifrado. Ambas son técnicas de encriptación, cuyo objetivo principal es proteger datos de un modo seguro, pero los tokens no modifican la tipología de los datos ni su longitud y, en cambio, en el caso de la encriptación cifrada ocurre justo lo contrario.
La tokenización utiliza representaciones no descifrables de la información, por lo que no es posible acceder a ella de ninguna manera. Por otra parte, el cifrado puede revertirse a través de claves, lo que impide el acceso a estos datos a quien no las posee, pero sí que se puede visualizar la representación del mensaje.
Las principales ventajas que ofrece la tokenización sobre el cifrado residen en una mayor seguridad y una reducción del tiempo invertido. Y es que, por ejemplo, el cumplimiento de las regulaciones PCI DSS (el Estándar de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjeta de Pago) -que albergan las pasarelas de pago- resulta mucho más ágil para los comerciantes en el comercio electrónico. Al mismo tiempo, los procesos son más seguros, de modo que propician la confianza de los usuarios.
Por otra parte, la encriptación a través de tokens se compatibiliza mejor con los sistemas tradicionales, además de consumir menos recursos que la encriptación por cifrado. Finalmente, en términos de seguridad, podemos señalar que la vulneración por parte de hackers es más compleja y, por tanto, presenta un menor riesgo.
En general, hay un sinfín de clasificaciones diferentes de tokens, y todas son válidas. No obstante, la principal diversidad en sus tipologías reside en su relación con los bienes o activos que están representando.
Sin embargo, instituciones como la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero Suizo (FINMA) o la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) han establecido tres tipos de tokenización diferentes.
Son los utilizados para completar pagos en plataformas concretas. Dentro de esta tipología, podemos encontrar tokens de alto valor o de bajo valor. En ambos casos, se generan con la finalidad de sustituir números de cuenta, aunque los primeros resultan útiles para finalizar transacciones y los segundos no.
Los tokens en activos son elementos de seguridad que permiten realizar inversiones con cierta garantía de beneficio. En este caso, hablamos de un producto similar a las acciones de bolsa o a los bonos.
En este grupo también se podrían enmarcar los tokens de pago, aunque, dada su importancia y el predominio de su uso, suelen clasificarse aparte. Por lo demás, los tokens de utilidad albergan otras prácticas más allá de las económicas, pero siempre teniendo como objetivo principal la seguridad en los procesos. Hablamos, por ejemplo, de permitir accesos, ofrecer futuros descuentos a usuarios concretos, etc.
Para entender la tokenización en blockchain, antes es necesario entender el funcionamiento de esta tecnología, que consiste en el intercambio de datos sin intermediarios. Esto se consigue a través de redes encriptadas en las que existe un registro distribuido en bloques y que ha de ser único y consensuado. De este modo, las comunicaciones y la información resultan seguras sin la necesidad de una verificación externa.
Partiendo de esta base, la tokenización tiene recorrido fuera de esta tecnología, pero es en este espacio donde los tokens se convierten en la representación más segura de activos y criptomonedas, los cuales se corresponden con bienes en el plano físico. La existencia del blockchain permite hacer transacciones en tiempo real, inmutables y seguras, dado que todos los movimientos quedan registrados y asociados a una clave pública que identifica al usuario.
En este sentido, la relación entre el blockchain y los tokens supondrá grandes cambios en el futuro, y en las nuevas tecnologías. No obstante, hablamos de una evolución en la que es necesario seguir mejorando aspectos como la seguridad y la privacidad de los usuarios, la aplicación de estas tecnologías en otros ámbitos o la proliferación de nuevas aplicaciones en el sistema financiero. Por esta razón, existe la necesidad de crear soluciones orientadas hacia cómo mejorar la privacidad y la seguridad de los usuarios en las redes Blockchain o cómo favorecer la adopción de las Finanzas Descentralizadas (DeFi) y la tokenización.
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