Desde que el economista Joseph Alois Schumpeter introdujo el concepto de destrucción creativa ―que defiende que los procesos de innovación suponen el reemplazo de estructuras y productos obsoletos por nuevas soluciones― se reconoce ampliamente que la innovación es clave para el desarrollo económico y social.
Hoy, esta necesidad de innovar es aún mayor porque las organizaciones operan en entornos inciertos. Sin embargo, las empresas españolas se quedan atrás respecto al promedio de la UE en rendimiento innovador.
La Comisión Europea, en sus estadísticas sobre innovación, clasifica a España como un “innovador moderado”. Esto la coloca por debajo del promedio de la UE y muy por detrás de países europeos líderes en innovación como Dinamarca y Suecia.
Frente a la fortaleza de España en digitalización y capital humano, las empresas españolas invierten poco en innovación. Un 66,6% de ellas son consideradas "no innovadoras", en comparación con el promedio del 48,4% de la UE.
La falta de inversión y ciertos desafíos estructurales afectan el rendimiento de innovación en España, pero también deberíamos considerar el papel del liderazgo emprendedor en esta situación.
El liderazgo emprendedor (entrepreneurial leadership) puede ser lo que las empresas españolas necesitan para impulsar la innovación y la agilidad de sus procesos. Los emprendedores funcionan como agentes de cambio al reemplazar productos y estructuras obsoletas mediante la innovación y la toma de riesgos. Hoy en día, es esencial llevar esta mentalidad al liderazgo en las organizaciones establecidas.
El liderazgo emprendedor combina el papel de liderazgo con la mentalidad y el comportamiento de un emprendedor. A diferencia del liderazgo transformacional, que motiva a las personas a seguir una visión compartida y facilita el cambio, o del liderazgo creativo, que fomenta la generación de nuevas ideas, el liderazgo emprendedor se centra en reconocer y aprovechar nuevas oportunidades.
El liderazgo emprendedor se enfoca hacia la experimentación y la adaptabilidad, e implica actuar con decisión y manejar altos niveles de incertidumbre. Los líderes emprendedores son expertos en identificar necesidades no satisfechas, tendencias emergentes y áreas de mejora. Esto es lo que se conoce como “alerta emprendedora”.
Los líderes emprendedores utilizan la experimentación iterativa para explorar nuevos enfoques, en un proceso continuo de experimentación, prueba y evaluación. También son hábiles en aprovechar los recursos disponibles, colaboran y construyen alianzas para crear oportunidades junto a otros actores.
Ser un líder emprendedor implica un enfoque dual: buscar y desarrollar activamente oportunidades mientras inspira y guía a los equipos para hacer lo mismo.
En la parte emprendedora, reconocen oportunidades de negocio y toman riesgos calculados para convertir ideas innovadoras en realidad. Son adaptables, ingeniosos y capaces de trabajar en condiciones de incertidumbre.
En la parte de liderazgo, los líderes emprendedores crean una cultura que valora la creatividad, la resiliencia, la iniciativa y la colaboración. Empoderan a sus equipos para que tomen riesgos calculados, experimenten y aprendan de los fracasos. Fomentan la flexibilidad y la proactividad en sus equipos, especialmente al afrontar desafíos.
Todos estos elementos forman un estilo de liderazgo poderoso, que alinea los esfuerzos individuales con los objetivos generales de la organización.
Jeff Bezos es un ejemplo de liderazgo emprendedor en acción. Su estilo de liderazgo en Amazon ha sido estudiado y criticado por ser de alta presión, autocrático y, a veces, carente de empatía.
Visto desde una perspectiva emprendedora, su enfoque muestra un claro foco en iniciativas impulsadas por oportunidades. Al introducir Amazon Prime, Bezos no solo respondió a una necesidad de conveniencia del cliente, sino que también utilizó los recursos de Amazon para mejorar Prime de forma iterativa, con envíos rápidos y contenido exclusivo.
Otro ejemplo más antiguo de este estilo de liderazgo emprendedor es Jim Casey. El fundador de UPS convirtió la empresa, desde sus modestos inicios, en un gigante global. Lo logró desafiando constantemente a sus empleados a aprender e innovar. Una clave del éxito de UPS fue la filosofía de Casey de colaborar con sus competidores en lugar de competir.
Los líderes emprendedores no se limitan a desempeñar roles ejecutivos. Un ingeniero que identifica deficiencias en un producto y experimenta con mejoras puede convertirse en un líder emprendedor. Esto sucede al reunir a sus colegas en torno a ideas prometedoras, obtener apoyo y recursos para su iniciativa y alinear sus esfuerzos con los objetivos de la organización.
Mejorar el rendimiento innovador español requiere de cambios estructurales, políticos y financieros. El liderazgo emprendedor, con su combinación de mentalidad emprendedora y habilidades de liderazgo, puede ser un catalizador para impulsar la innovación, la adaptabilidad y el crecimiento, factores clave para que los países y las organizaciones prosperen en entornos de constante cambio y oportunidades.
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Este artículo se ha publicado en The Conversation.