El emprendimiento en España está en auge. Si en 2016, esta actividad representaba el 5,2%, en la actualidad, 6,4 de cada 100 personas deciden poner en marcha su idea emprendedora, según el informe Global Entrepreneurship Monitor 2019-2020, de Global Entrepreneurship Monitor (GEM).
Aunque los hombres de entre 25 y 45 años son el perfil mayoritario en el ámbito del emprendimiento, lo cierto es que los porcentajes son cada vez menos representativos. Es decir, a la hora de emprender, no importa tu edad, tu género, tu procedencia o tu nivel de estudios; lo que verdaderamente diferencia a un emprendedor son cualidades como la pasión, el entusiasmo, el enfoque o la perseverancia. De hecho, el 44% de los emprendedores sostienen que siempre persiguieron este objetivo y 6 de cada 10 españoles creadores de startups son recurrentes en el campo del emprendimiento, según el Mapa del Emprendimiento 2020 presentado por Spain Startup en el South Summit.
¿Te sientes identificado con estos valores y este futuro profesional? Sigue leyendo el artículo para aprender cómo puedes convertir tu idea emprendedora en una realidad.
El punto de partida de cualquier startup surge con el nacimiento de esa idea emprendedora. No se trata solo de iniciar un negocio, sino de cambiar el mundo —en mayor o menor medida— a través de ese proyecto.
De hecho, la idea emprendedora es la principal diferencia entre un empresario y un emprendedor. El primero es el “titular propietario o directivo de una industria, negocio o empresa”, mientras que el segundo es “que emprende con resolución acciones o empresas innovadoras”, según la Real Academia Española.
Por ejemplo, puedes montar un gimnasio en tu ciudad y llegar a ser un empresario de éxito. O puedes diseñar una aplicación de ejercicio físico que usa inteligencia artificial para reconocer los movimientos, registrarlos y plantear a los usuarios retos con otros miembros de la comunidad mediante un modelo gamificado y convertirte en un auténtico emprendedor. Así lo hizo Tiago Santos con su app AGIT de la mano de Explorer, un programa de Banco Santander dirigido a jóvenes españoles entre 18 y 31 años en etapa de descubrimiento del emprendimiento que tengan propuestas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Una idea emprendedora debe reunir las siguientes características:
Tiene que ser única e innovadora, es decir, poseer un valor que la haga especial y distinta de otras propuestas de la competencia.
Debe responder a una necesidad real del mercado, lo que significa que debe ser útil para los consumidores.
Tiene que ser rentable, para poder sobrevivir con el tiempo.
Requiere los recursos materiales, infraestructuras y capacidades y conocimientos personales adecuados para su desarrollo.
Debe ser relevante, en el sentido de que aporte soluciones que vayan a ser acogidas y empleadas por su público objetivo.
¿Crees que para llegar a esa idea emprendedora tienes que esperar a que te caiga una manzana en la cabeza, como le ocurrió a Newton con la ley de la gravedad? En el ámbito del emprendimiento, tan válido es llegar a esa inspiración a través de la serendipia - ese hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual -, como buscar conscientemente nuevas formas de transformar la sociedad.
En este sentido, los expertos en emprendimiento Raphael Amit y Eitan Muller, en su trabajo Push and Pull Entrepreneurship, distinguen dos modelos de emprendedores:
El emprendedor vocacional o por atracción (pull): engloba aquellos proyectos de emprendimiento que surgen por una vocación o pasión innata.
El emprendedor situacional o por empuje (push): se refiere a quienes desarrollan su idea emprendedora a partir del análisis de los problemas actuales de los consumidores y la búsqueda de una solución novedosa.
Elijas el camino que elijas, para poder crear tu idea emprendedora debes seguir las siguientes seis fases:
Analiza en profundidad el mercado. Define exhaustivamente cuál es el problema que intentas resolver con tu idea de negocio y estudia qué otras alternativas existen en el mercado para poder aportar una solución innovadora. También debes perfilar todos los recursos humanos y materiales que vas a necesitar para poner en práctica tu iniciativa.
Investiga el target. Observa qué hace tu público objetivo, cómo piensa, qué necesita y qué desea. En esta etapa, es muy útil realizar encuestas de opinión, estudios de mercado y entrevistas a diversos “focus groups” que te permitan tener una imagen más cercana sobre las demandas y necesidades del cliente y, de este modo, puedas diseñar tu idea emprendedora.
Idea la solución. Una vez ya conoces cuál es el problema, llega el momento de dar con la solución. Existen muchas técnicas de impulso de la creatividad que te pueden ser de gran ayuda en este punto: lluvia de ideas, la estrategia de los ojos limpios, el modelo de los seis sombreros para pensar, etc. Este proceso de pensamiento creativo te permitirá obtener diferentes ideas con las que trabajar.
Prototipa las mejores alternativas. De todas estas opciones, selecciona las más viables y genera prototipos rápidos y baratos que te permitan testear cuál tiene un mejor resultado a la hora de satisfacer las expectativas de los consumidores y conocer qué funcionalidades necesita tu idea innovadora para ser exitosa o cuáles no son tan apreciadas por el cliente potencial. Tras analizar tus conclusiones, podrás crear el Producto Mínimo Viable (PMV), es decir, la versión mínima del producto que necesitas para que empiecen a comprarlo, uno de los objetivos que persigue el programa Explorer.
Mide la acogida de tu idea emprendedora. Lanza tu producto o servicio al mercado y recoge información de usuarios, clientes, proveedores, competencia, etc. El objetivo es obtener datos y métricas a nivel cuantitativo y cualitativo con los que evaluar el grado de aceptación de tu proyecto.
Aprende y adapta. Por último, recoge toda esta experiencia e información con cierta constancia para aplicar mejoras en tu idea emprendedora.
Ya tienes tu proyecto de emprendimiento listo. ¿Y ahora, qué? Para trasladar al mercado de forma rentable tu idea emprendedora necesitas seguir una serie de recomendaciones:
Fórmate en emprendimiento. Como emprendedor, no solo tendrás que diseñar una idea, sino que su puesta en marcha te va a exigir múltiples conocimientos, desde gestión, planificación y comunicación empresarial, hasta una buena base de contabilidad y finanzas o nociones de tecnología. Por tanto, aprovecha cualquier recurso para adquirir nuevas competencias y especializarte, poco a poco, tanto en el mundo del emprendimiento, como en el sector específico de tu proyecto.
Capacítate en habilidades personales. Aunque tengas una idea genial y una sólida base competencial, si careces de las habilidades personales necesarias para emprender, es probable que tu proyecto no consiga la proyección deseada. Ten en cuenta que, como emprendedor, vas a necesitar soft skills como una buena capacidad de comunicación para hablar con clientes, inversores, proveedores y demás; gestión emocional para afrontar posibles fracasos; perseverancia con la que superar los obstáculos, etc. De hecho, el aprendizaje de estas habilidades sociales es una parte fundamental de los programas de emprendimiento como Explorer, donde los participantes incorporan una batería de soft skills que les ayudan a prosperar en el ámbito profesional. Evalúa tus fortalezas y debilidades y céntrate en reforzar las primeras y minimizar las segundas.
Haz networking. Aunque tú eres el responsable de que tu idea de emprendimiento salga adelante, debes saber que no estás solo. Ahí fuera hay profesionales que querrían unirse a tu proyecto, otras muchas instituciones y personas que están dispuestas a brindarte su ayuda y orientarte en este proceso, y numerosos emprendedores con éxito que pueden compartir contigo su experiencia. Por eso, Explorer ofrece a sus participantes acceso a una comunidad global de jóvenes innovadores que crece edición tras edición y que facilita la creación de sinergias, como la lograda por la emprendedora Patricia Aymà, CEO de VEnvirotech, quien conoció a la que hoy es su socia durante las 12 semanas de formación del programa.
¿Tienes una idea emprendedora con el potencial para ser financieramente sostenible y generar un impacto social? Con el programa Explorer, trabajarás en desarrollar los conocimientos necesarios para valorar la viabilidad de tu proyecto y contarás con el apoyo necesario para convertir tu idea emprendedora en una realidad.
Si tienes entre 18 y 31 años y quieres poner en marcha una idea de negocio que persiga los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), únete al programa Explorer powered by Santander X y ¡haz despegar tu idea!