Apostar por las finanzas sostenibles es cada vez más habitual, y así lo muestran los últimos datos recogidos por el Estudio Global de Inversión Global 2020 de Schroders. Según el estudio, el 47 % de los inversores mundiales ya se decantan por fondos de inversión sostenibles. Además, tras la experiencia vivida debido a la pandemia de la covid-19, muchas más personas han tomado conciencia de que la transición verde es la única manera de salir de la crisis económica y humanitaria.
El hecho de que las inversiones y el crecimiento económico giran cada vez más en torno al desarrollo sostenible es evidente. Prueba de ello son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la reincorporación de Estados Unidos al acuerdo de París, los más de 17 billones de dólares de inversión con criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en Europa y los más de 11 billones invertidos por Estados Unidos (con un aumento del 20 % respecto al 2019 según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La industria del presente y del futuro debe basar su modelo de negocio en el talento, las habilidades y los conocimientos necesarios para construir proyectos que aboguen por el respeto al medio ambiente y el cuidado del planeta.
Las finanzas sostenibles son aquellas iniciativas económicas que apoyan estos proyectos que tienen como objetivo mitigar el cambio climático o generar un impacto positivo en el planeta.
Este tipo de proyectos están siendo liderados por una nueva generación de emprendedores totalmente concienciados con la lucha para frenar el cambio climático. En ocasiones, algunos de estos proyectos no pueden llevarse a cabo por falta de financiación y necesitan encontrar inversores interesados en este tipo de iniciativas. De hecho, según los datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional, sería necesario aumentar la inversiones hasta 4 billones de dólares adicionales por año para cumplir con los ODS de la Agenda 2030.
Por suerte, cada vez son más los inversores que están siguiendo criterios ASG a la hora de financiar un proyecto, con el objetivo no solo de obtener rentabilidad, sino también de abogar por una industria ética y sostenible.
Para que una inversión sea considerada como responsable y ética, debe incluir criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en sus procesos de análisis y toma decisiones. Para que esto sea posible, las compañías deben proporcionar datos fiables y transparentes a la hora de comunicar la información de su actividad en sus memorias de sostenibilidad.
Es importante tener claro a qué hacen referencia cada uno de estos criterios ASG, complementarios a los criterios de inversión habituales, como pueden ser la rentabilidad o el riesgo:
Estos tres criterios ayudan a los inversores a encontrar empresas que compartan sus mismos valores. Un proyecto pionero que trabaja en la consecución de los ODS y que busca soluciones para los problemas actuales, no beneficiará únicamente al medioambiente y a la sociedad en general, sino que también puede suponer una gran oportunidad de inversión por su rentabilidad.
La financiación es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los emprendedores en la actualidad. Muchos proyectos se quedan a medio camino o incluso no llegan a desarrollarse nunca por falta de la financiación necesaria para empezar, ya que gran parte de los emprendedores no disponen de los recursos suficientes.
Afortunadamente, cada vez son más los inversores que deciden poner su dinero en proyectos sostenibles con futuro, aquellas iniciativas bien diseñadas que tan solo necesitan liquidez para empezar a funcionar. En la actualidad existen muchas fórmulas de financiación sostenible. Estas son algunas de las más populares:
Además de estas, existen otras vías de financiación como el factoring, donde una empresa mayor presta el dinero a una pequeña a cambia de futura rentabilidad económica, el crowdfunding o financiación colectiva, donde a través de una plataforma los emprendedores pueden recaudar el dinero que necesitan a través de microdonaciones, o los fondos de capital de riesgo, un tipo de fondo de inversión de alto riesgo donde las empresas invierten a largo plazo en proyectos que tienen potencial de crecimiento.
Con el fin de apoyar el desarrollo sostenible, Banco Santander, de la mano e Oxentia Foundation, impulsa el reto global Santander X Environmental Challenge, que tiene como objetivo fomentar iniciativas sostenibles, innovadoras y con impacto positivo para el medio ambiente. Las 6 empresas ganadoras serán premiadas con 120.000 € para desarrollar sus soluciones para frenar el cambio climático y mejorar las condiciones sociales de las personas. Además, recibirán mentorías y ganarán visibilidad en redes sociales y canales de Grupo Santander. Los proyectos que quieran participar en el reto podrán hacerlo en una de las dos categorías disponibles:
¿Crees en un futuro más sostenible y tienes un proyecto que pueda contribuir a mejorar el planeta? Apúntate al reto global Santander X Environmental Challenge y consigue la financiación que necesitas para desarrollar tu proyecto sostenible. ¡Aprovecha la oportunidad!